Administrador de Pittsboro llama la falta de responsabilidad de Greensboro ‘simplemente detestable’ después de la contaminación del agua

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PITTSBORO — En una reunión especial el martes, el administrador municipal Chris Kennedy y la junta de comisionados exigieron públicamente que la ciudad de Greensboro o el gobierno estatal pagara una recompensa por los problemas de contaminación en el suministro de agua potable de Pittsboro.

El 1 de julio, la Ciudad de Greensboro informó una descarga ilegal de 1,4-dioxano en South Buffalo Creek de la planta de tratamiento de aguas residuales TZ Osborne de Greensboro. South Buffalo Creek es un afluente del río Haw, del que Pittsboro extrae su agua potable. Por eso, el personal de Pittsboro ha tomado muestras diarias del suministro de agua del pueblo durante las tres semanas pasadas. Se sospecha que ese químico es un carcinógeno derivado de la escorrentía industrial.

Las muestras preliminares en Greensboro indicaron que se descargaron niveles entre 543 partes por mil millones y 687 partes por mil millones (ppb) de 1,4-dioxano, cantidades casi 20 veces mayor de lo que permite las pautas de la Agencia de Protección Ambiental de EE. UU. (la EPA). El químico no había aparecido previamente en el agua de Pittsboro a ningún nivel detectable durante más de un año. 

La contaminación violó una Orden de Consentimiento Especial que Greensboro y NCDEQ firmó en febrero. Esa orden estipula que Greensboro no puede descargar más de 45 partes por mil millones de 1,4-dioxano por día. 

El acuerdo se activó en 2019 después del descubrimiento de que Shamrock Environmental, una empresa de servicios de gestión de residuos ambientales e industriales, estaba vertiendo de 705 partes por mil millones a 1,210 partes por mil millones del químico en la planta de TZ Osborne. La ubicación de Shamrock en Greensboro es una instalación de limpieza de camiones cisterna que también administra las aguas residuales y recicla el lodo de perforación.

Las muestras de agua del efluente de Shamrock mostraron 98,8 ppb de 1,4-dioxano el 6 de julio y el 7 de julio, así como 466 ppb el 7 de julio en agua que no se había mezclado con otras fuentes en la zona de tratamiento de aguas residuales. Pero los portavoces de Greensboro han negado cualquier conexión entre la empresa y el derrame del mes pasado.

No se habían revelado fuentes alternativas del contaminante.

Independientemente de quién tenga la culpa, Greensboro puede ser responsable de una multa de $5,000 según las estipulaciones de la Orden de Consentimiento Especial. Pero para Kennedy, esa suma es ridícula.

“Una de las cosas que quiero mencionar, porque es simplemente detestable, es que la multa que recibió Greensboro antes era de $5,000”, dijo, refiriéndose a la primera vez que Greensboro fue penalizada después de la contaminación de Shamrock Environmental. “Eso cubrió todo desde diciembre de 2017 hasta febrero de 2021”.

Según los requisitos del estado, con ese dinero, Greensboro cumplió con su responsabilidad a Pittsboro. Pero el pago contribuyó poco a los millones de dólares en gastos continuos que Pittsboro debe gastar para tratar su agua potable — tanto para diluir el 1,4-dioxano como para eliminar el PFAS. Este último es otra familia de sustancias químicas cancerígenas introducidas en el agua del pueblo por las fábricas de arriba.

“Calculé todo eso”, dijo Kennedy. “Su presupuesto en el año fiscal 2021 fue de $139 millones. Nuestro presupuesto es de $3.9 millones. Sería en efecto como si el estado de Carolina del Norte nos hubiera penalizado con $143. Cada dólar y cada centavo cuenta para nosotros, pero $143 no me hacen sudar. Y entonces creo que tenemos que convencer al estado de que un $5,000 de $140 millones no hace nada”.

Varios comisionados expresaron una frustración similar.

“Cada superación de estos niveles representa un costo minúsculo para Greensboro”, dijo el comisionado Michael Fiocco. “No hay motivación ... Si no pueden evitar que esta contaminación entre allí, deberían ser golpeados de verdad”.

El comisionado John Bonitz preguntó si se podría demandar a la Ciudad de Greensboro.

“Creo que surge la pregunta, ¿cuándo tendremos esa conversación?” dijo. “Me resisto incluso a expresar esto porque no quiero distraer al personal del trabajo urgente de atender los contaminantes y el monitoreo que es necesario para garantizar que nuestros ciudadanos continúen recibiendo agua potable. Pero creo que es una pregunta convincente”.

Sin embargo, es poco probable que Pittsboro pueda obtener una verdadera ventaja legal contra Greensboro. La orden está diseñada para hacer que Greensboro conforme al comportamiento responsable y podría funcionar en el efecto contrario, dijo Kennedy. La ciudad tiene un recurso legal porque la orden identifica explícitamente $5,000 como multa por incumplimiento de contrato.

“Yo diría que litigar contra Greensboro probablemente no daría ningún fruto”, dijo Kennedy. “Tienen un documento que dice que pueden adherirse a esto”.

Un mejor curso de acción, dijo, sería buscar la restitución de la Comisión de Gestión Ambiental de Carolina del Norte, la División de Recursos Hídricos del estado o “los contaminadores mismos” una vez que hayan sido identificados.

“Como un ‘Boro que va contra otro ‘Boro”, dijo Kennedy, “nuestro ‘Boro’ es más pequeño. Por eso, debemos ser muy precisos y calculados sobre cómo lo hacemos”.

La junta de comisionados de Pittsboro organizará más reuniones especiales en las próximas semanas dedicadas a resolver la contaminación de 1,4-dioxano. Probablemente se llevarán a cabo a las 5:30 a través de Zoom, dijo Kennedy. No se había fijado una fecha para la próxima al concluir la reunión del martes, pero Kennedy sugirió que probablemente caería a mediados de agosto.

Traducido por Victoria Johnson y Patsy Montesinos.